Complejo natural de Maidla

El Complejo natural de Maidla es un pequeño y exclusivo complejo residencial cerca de Rapla, situado en los terrenos del complejo de la casa de campo Maidla. El concepto principal que impulsó la construcción de esta Villa natural fue ofrecer instalaciones de alojamiento de lujo en un bello paraje en plena naturaleza, en las inmediaciones de la histórica casa de campo Maidla y sus edificios de servicio, para quienes buscan una experiencia ligeramente distinta a la de una habitación de hotel tradicional.

Arquitecto

Mari Hunt, b210 Architects

Año

2020

Producto

Tarima de fresno térmico Thermory Benchmark D4, revestimiento C4J, paneles murales C7J y suelo F3

Color

Natural

Localización

Estonia

Una perla entre bosques y pantanos

La selección de la ubicación de la Villa se realizó para permitir la soledad de los huéspedes y ofrecer unas vistas de la naturaleza lo más variadas posible. El camino hasta la casa también está plagado de variedad: pasará por casas de campo históricas, caminará junto al arroyo, y a través del bosque y la maleza, hasta llegar a la casa situada en el mismo borde del pantano. El pantano como emplazamiento permite jugar con las ideas, pero también complicó el trabajo de construcción. Así, la casa se ha construido sobre pilotes porque la capa del soporte de carga del suelo se encuentra a una profundidad de seis o siete metros. Como el río que serpentea cerca del pantano inunda la zona cada primavera, la casa está elevada a un metro de altura y se accede a ella desde una pasarela, por lo que siempre se llega con los pies secos.

Los clientes que encargaron este inmueble han visitado varios objetos únicos diseñados para casas en árboles en todo el mundo y, como tarea inicial, tuvieron la visión de crear un pequeño alojamiento de lujo que cumpliera las funciones de un hotel tradicional, es decir, querían una habitación de hotel escondida entre la naturaleza, capaz de albergar un vestíbulo, un armario, un aseo, una cama y el resto de elementos necesarios.

Hoy en día, la construcción de casas pequeñas recibe mucha atención en todo el mundo, ya que ocupan menos espacio y además son cómodas para el usuario; gestionar un espacio reducido es sencillo. El objetivo de Maidla era construir un inmueble lo más pequeño posible. Esto significaba que cada centímetro desempeñaba un papel importante y que había que pensar en cada pequeño detalle, empezando por la anchura de la cama y la cantidad de espacio necesario a su alrededor; el espacio necesario para que cupiera un pequeño frigorífico como el de los hoteles, una maleta y ropa; además de cómo resolver las instalaciones de servicios para que quedaran ingeniosamente ocultas, etc. Dicho de otro modo, al diseñar este inmueble hemos pensado del interior al exterior.

Para Mari Hunt, arquitecta del inmueble, siempre ha sido importante la adecuación del edificio a su entorno, por este motivo lo ha tenido en cuenta en este proyecto, aparte de la comodidad de los usuarios. En el caso de la Villa natural, el objetivo era construir una casa sin talar ningún árbol. Gracias a su ubicación entre árboles de gran tamaño, el edificio ofrece abundantes vistas de la naturaleza y crea la impresión de ser un espacio que descansa en el abrazo protector de los árboles.

La casa no es solo un objeto único, sino también un mirador en el que es posible moverse en distintos niveles. Para ello cuenta con una terraza en el nivel inferior a fin de desayunar, otra terraza junto a la entrada y una azotea a la que se accede por unas empinadas escaleras que requieren un poco de esfuerzo para subir.

Para poder utilizar el edificio con la finalidad deseada, era necesario elegir un material que tuviera buen aspecto y también que fuera duradero y agradable al tacto. Así, la casa está cubierta con tablas duraderas de revestimiento de madera modificada térmicamente de Thermory, que son perfectamente adecuadas para casas expuestas a la lluvia, el viento y la caída de hojas, y que conservan el aspecto deseado durante mucho tiempo.

Para ello se eligieron tablas de fresno Thermory; a la arquitecta le gustó su tono parduzco, que se acentuó tratando el material con aceite. Thermory también se adecuaba perfectamente porque, además de revestir la fachada del inmueble con tablas verticales, también se solicitó el mismo material para utilizarlo horizontalmente en la terraza, sin crear la sensación de que la casa se ha cubierto simplemente con tarima. Las tablas más estrechas que Hunt ha utilizado antes en sus fachadas crean una solución de diseño solemne. El uso de las mismas tablas de la superficie del entarimado crea la impresión de una cuidadosa elaboración y atención hasta el último detalle; en los peldaños y los pequeños cubículos colocados en los escalones también se han utilizado las mismas tablas.

La madera de Thermory también se ha utilizado en el interior; cubre el suelo del dormitorio y todos los techos de la casa. El uso del mismo material para los techos y la fachada vincula las partes individuales del inmueble como un conjunto unido, donde la arquitectura está completamente entrelazada con la arquitectura de interiores.